Los Diadocos: los chacales se reparten el cadáver del imperio Alejandrino

 

 Para el comentario:
- ¿Qué lecciones o paralelismos podemos encontrar para la España de hoy?
- ¿Que opinas sobre la monarquía? ¿Es la herencia biológica un inconveniente insuperable o un magistrado electo también puede salir subnormal?
- ¿Crees que no respetar los deseos del líder muerto es una traición? ¿Que opinas sobre la “herederos” del franquismo? 

 

La muerte de Alejandro Magno no puede ocurrir en peor momento. No es únicRetrato de un diadocoamente que el sentimiento  de igualitarismo macedonio (y de superioridad sobre el imperio persa recién conquistado) haga imposible el que ninguno de sus hombres fuertes intente mantener sus sueños de fusión cultural y racial. Pero es que además, Roxana está embarazada. No se sabe si dará a luz un hijo varón, pero además le faltarían 16 años al menos para poder hacer valer sus derechos. Para más INRI, ese supuesto niño rey no es macedonio puro, ni siquiera griego. Es un medio bárbaro de Sogdiana.
Por otro lado, hay un heredero macedonio: Filipo Arrideo. El mero hecho de que continúe vivo, demuestra que no era capaz de reinar; porque sino Alejandro se hubiera ocupado de él. Las malas lenguas dicen que padecía los efectos de un intento de envenenamiento que salió mal, por parte de Olimpia, la madre de Alejandro Magno.
La muerte de Alejandro es el pistoletazo de salida para que sus sucesores empiecen a despedazar como chacales el cadáver del imperio (y como chacales se muerden entre si). Ni por un momento, en sus negociaciones y repartos, los hombres fuertes del régimen se pararon a pensar que el rey de Macedonia lo era por aclamación. Y, por tanto, tendrían que contar con la opinión del ejercito.
Y resulta que el ejercito amenazó con rebelarse si no se seguía la ley de la sangre: el gran imperio quedaba en manos de un imbécil y de un nonato medio macedonio. Pero los sucesores (diadocos) no se resignaron. Y comienza el baile.
Pérdicas es el que mejor situado está. Tiene en su poder los dos supuestos reyes legítimos, Filipo Arrideo y el recién nacido Alejandro IV. El se encargó de que el anillo y el cetro de Alejandro presidieran las negociaciones; para dar más fuerza a la baza de la legitimidad, que el podía explotar. Pero se equivocó a la primera. Nada más terminado el reparto tuvo la mala idea de atacar Egipto, que había quedado para Tolomeo I Tolomeo en calidad de sátrapa (en realidad, mandatario efectivo). Egipto era  una elección muy inteligente, una zona muy rica y protegida por el desierto por todos los lados. Llegando a Egipto, Pérdicas fue asesinado por sus propios hombres, sin duda sobornados por Tolomeo.
En Triparadeisos (321), se produce una nueva reunión para el reparto: Antipatro (Macedonia), Lisimaco (Tracia), Tolomeo (Egipto y Libia) Laomedón (Siria), Anfimaco (Mesopotamia), Seleuco (Babilonia), Antígenes (Susiana). Los dos reyes quedarán en Macedonia bajo la supervisión de Antipatro.
Entre el 320 y 301 Antígono (que había formado un imperio propio desde las regiones de Anatolia que le habían tocado en el reparto) se convierte en el objetivo de una alianza formada por los demás; que consiguen acabar con su preeminencia. Como consolación, su hijo Demetrio Poliorcetes consigue desplazar a los Antipátridas en el trono de Macedonia.
Este será el trágico legado de Alejandro, la guerra intermitente, pero continua, entre los grandes bloques que formaban su imperio. No hubo planificación alguna; sólo maniobras para llevarse una parte del pastel.
Esperan a titularse reyes a la muerte de Alejandro IV, que es asesinado justo antes de entrar en la adolescencia, cuando empieza a estorbar. Casandro, encargado de Macedonia, se libra de la sombra de Seleuco Ila sangre de Alejandro. Después de una batalla entre Tolomeo y Seleuco, los perdedores aclaman a Tolomeo como rey para evitar que la derrota “hiera su orgullo”. Seleuco piensa que si el perdedor se  intitula rey, él con mucha más razón. Los demás les imitan rápidamente. Son reyes no por derecho, ni por sangre, ni por legitimidad, sino por sus hechos y su valor. Esto, les obliga a mantener guerras para asegurar su derecho; y quizás sea la razón de los sobrenombres rimbombantes que se ponen: “Sóter” (salvador), “Nicator” (victorioso), etc…
En 300, sólo sobrevivirán 3 grandes dinastías que morirán a manos de la expansión romana después de casi 300 años: los Seleucidas en Siria, los Tolemaicos en Egipto y la Macedonia Antigónida.

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