Esparta después de las Guerras Médicas: preparando la confrontación
Para el comentario:
- ¿Qué lecciones o paralelismos podemos encontrar para la España de hoy?
- ¿Que era más peligroso para los espartanos: la imagen producida por la propaganda o el enemigo real ateniense?
- ¿Recuerdas algún caso en la historia española reciente que te recuerde al tandem Efialtes-Pericles (senior que desaparece dejando sólo al junior)?
¿Es Esparta un ejemplo de “eunomia” (buen gobierno)? ¿O es un ejemplo de estado represivo y protofascista? Tucídides comenta cómo los espartanos ofrecieron la ciudadanía a los hilotas que desempeñaran un papel valioso como soldados en su ejercito. Un buen día reunieron a los 2.000 hilotas más destacados y no se volvió a saber de ellos.
Durante el periodo de la Pentecontaetia (los 50 años desde las Guerras Médicas hasta la guerra del Peloponeso) puede apreciarse un proceso de evolución del funcionamiento de las instituciones políticas espartanas en una dirección poco recomendable. Se fomentó el miedo al imperio ateniense y, con motivos o sin ellos, cada vez se fue buscando con mayor determinación la existencia de un “casus belli” que justificara la guerra contra Atenas.
Lo cierto es que el imperio ateniense se construyó en su mayoría fuera de la esfera tradicional de influencia de Esparta. Pero los atenienses eran vistos como “deuteropeion” (revolucionarios) por las autoridades espartanas. Después de un terremoto que fue utilizado por los hilotas como oportunidad para la revuelta, Atenas, en cumplimiento de sus juramentos, despachó ayuda militar a Esparta. Cuando los soldados llegaron a las inmediaciones de la ciudad, se encontraron con que los espartanos les negaron el paso y les pidieron que se volvieran por donde habían venido. Este fiasco de expedición provocó que el filoespartano Cimón fuera sustituido en el favor de la Asamblea ateniense por el bando demócrata radical (Pericles y su colega sénior Efialtes). Esto sin duda hacía que la confrontación fuera mucho más posible.
Pero Efialtes no pudo ver el desarrollo posterior de los acontecimientos ya que fue asesinado misteriosamente poco después del ostracismo de Cimón, dejando sólo a un joven Pericles. Sería el amo indiscutible de la política ateniense durante los próximos 30 años, con su voz tonante dominando los designios de la asamblea popular.